Puede ser que pienses que dejar de comer es una forma fácil para bajar de peso. Sin embargo, esta medida puede ser muy engañosa.
Cuando pasas mucho tiempo sin comer (como cuando omites tiempos de comida), tu cuerpo recibe un mensaje “equivocado”. Podríamos verlo como un mecanismo de defensa, en el cual el cuerpo trata de “defenderse” de la privación de alimentos… ¿la respuesta? Tu cuerpo trata de aprovechar al máximo los alimentos que le das y se vuelve más “ahorrativo”. ¿El resultado? Un metabolismo más lento, que hace que aumentes de peso con mayor facilidad.
Al omitir comidas, generalmente sentimos más apetito y ansiedad por comer, lo cual puede hacer que no seamos tan cuidadosos(as) al elegir los alimentos (tal vez nos apetezca más comer galletas de chocolate que un plato de frutas con yogur y que no nos fijemos en las cantidades que nos servimos. Al final, el resultado es lo opuesto a lo que buscábamos.
Recuerden a comer pero sano!!
